La Viña Altair nació bajo el concepto de Chateau, en alto Cachapoal, un terroir exclusivo y pequeño en manos de la Viña San Pedro y la francesa Chateau Dassault hace unos 16 años, produce solo un par de vinos de altísima gama, en este caso el vino del mismo nombre y su hermano menor Sideral, convirtiéndose en una bodega de elite en Chile, produciendo uno de los mejores vinos de nuestro país, por años a cargo de la enóloga Ana María Cumsille. Sin embargo con el correr del tiempo pasó a propiedad completa de San Pedro y a cargo de sus vinos hoy está Marco Puyo.
Es un ensamblaje basado en Cabernet Sauvignon que se origina en el Valle del Cachapoal a los pies de la Cordillera de los Andes cuya composición exacta varía de una cosecha a otra para mejor expresar su terroir particular. Altaïr es el resultado de este terroir unido al trabajo preciso, meticuloso, controlado y dedicado de su enólogo junto a la valiosa asesoría de Paul Hobbs, sin duda un gran vino chileno.
La CAV dice de él: “Nariz compleja y con nota animal que sobrepasa la fruta. Se abre a higo seco, cuero y tabaco. Boca de acidez media alta, jugoso en el desarrollo, tanino que no molesta y persistencia frutal que sorprende”.
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