Si la definición de maridaje la tenemos clara, casar los alimentos con el vino adecuado, llevar el maridaje a la práctica cada vez resulta más complicado. Por lo que cuando vamos a una vinoteca o queremos comprar vino online nos asaltan las dudas sobre cuál es la mejor opción.
Hasta hace poco las reglas básicas estaban claras, para pescados vinos blancos, para carnes vinos tintos y para entremeses y platos ligeros vinos rosados o vinos blancos secos.
Pero las tendencias están cambiando, y cada vez los sommeliers apuestan más por considerar otros aspectos como la variedad de la uva y la forma en la que se cocina el plato que vamos a comer. Y aunque a los pescados y mariscos siempre les irá mejor un blanco y a la carne roja un tinto, pueden valorarse otras opciones.
Así por ejemplo, un vino con alto porcentaje de taninos casa bien con con comidas grasas al igual que los vinos ácidos, un vino con una graduación alta es adecuado para comidas fuertes ya que puede hacer que puede eclipsar el sabor de comidas ligeras, los vinos dulces por tradición pegan con comidas dulces pero también con comidas un poco saladas.
De todas maneras el maridaje no es ciencia exacta, es una cuestión de gusto, así que es cuestión probar hasta encontrar la combinación que más nos guste.